La logística del Camino Primitivo
Los albergues, la credencial, las señales y otras cosas con las que lidiar cuando haces el Camino de Santiago desde Oviedo.
El Camino de Santiago que realicé el pasado mes de marzo, siguiendo la ruta del Camino Primitivo, fue todo un viaje de descubrimiento. Aunque me informé en la medida de lo posible antes de partir, al tratarse de la primera vez que lo hacía, toda la “logística” del Camino era nueva para mí. Esto supuso una buena cantidad de errores y aprendizajes.
Comparto en este post algunos esos “aspectos logísticos” de la ruta y cómo resolví varios problemas que me fui encontrando. Espero que te sirva de ayuda, si estás planeando hacer tu Camino.
CAMINAR
No llevaba un ritmo concreto para caminar, sino que este variaba en función del terreno y del cansancio. Sí que me detenía muchas veces para hacer fotos y vídeos, o me apartaba un poco de la ruta para ir a curiosear tal cascada o tal molino. Esto hacía que me costase más tiempo terminar las etapas que a otros peregrinos (y por tanto, significaba también cargar durante más horas la mochila).
A veces recorría tramos demasiado largos sin descansar. Es algo que inconscientemente me ocurre también cuando practico senderismo. Empiezo a andar y andar y se me olvida parar hasta que noto realmente fatigadas la piernas. Sin embargo creo que es más recomendable hacer frecuentes paradas cortas en lugar de pocas y largas.
🚶♀️🚶 Un buena práctica puede ser realizar descansos de 5 o 10 minutos tras cada hora de marcha aproximadamente. Estoy utilizándola en caminatas y excursiones después del Camino y me está funcionando.
SEGUIR EL CAMINO
Es casi imposible perderse en el Camino. Está muy bien señalizado, prácticamente en el 100% del recorrido, tanto en Asturias como en Galicia. En muy pocas ocasiones surge alguna duda de por dónde continuar y, si la hay, la respuesta suele ser de sentido común. Yo consultaba también la app de Gronze, que funciona muy bien, señala la ruta y puedes ver cuál es tu ubicación exacta.
En Asturias las señales y mojones pueden estar a veces algo deteriorados o ser un poco diferentes en función del municipio, pero no hay ningún problema para seguir la dirección correcta.
Los mojones y señales en Galicia son muy nuevos, uniformes y te encuentras con ellos constantemente (a veces casi hasta demasiado). Además indican los kilómetros que restan para llegar a Santiago.
🟡 Es importante tener en cuenta que en Asturias hay que fijarse en la orientación de la vieira ya que puede no haber flecha indicadora: la parte recta o estrecha es la que señala la dirección del camino.
En Galicia, en cambio, la vieira siempre está en la misma posición y siempre hay una flecha indicadora.
Las pocas veces en que me equivoqué de dirección fue por despiste mío, no porque estuviera mal indicado. Por suerte siempre me di cuenta enseguida.
CUIDADO DE LOS PIES
Los pies sufren mucho durante el Camino, eso es evidente. A mí me dolían especialmente las plantas, sobre todo en el tramo final de cada etapa.
No sufrí grandes problemas con las ampollas, salvo el tercer o cuarto día que me salió una pequeña. La reventé con una aguja (aunque los expertos no lo recomienden, a mí es lo que mejor me funciona), me la curé con Betadine y me puse una gasa los siguientes días. No me volvió a molestar demasiado.
🦶 Viene bien, para proteger la planta de los pies, echarse vaselina por las mañanas, antes de partir.
En el otro pie tenía ciertos problemas en la parte superior del talón. Con el paso de los días, la zapatilla me rozaba y me molestaba un poco (algo que no me había ocurrido nunca y he usado ese modelo durante años). Lo solucioné colocándome un kleenex pegado con esparadrapo en esa zona, todas las mañanas.
🧦 Otro consejo importante es utilizar unos buenos calcetines, pensados para actividades como senderismo. Los que yo llevaba eran demasiado finos y, a partir del tercer o cuarto día, me los ponía de dos en dos.
Por tanto, no hay que olvidarse de meter en la mochila un pequeño botiquín con tiritas, gasas, un cortauñas, etc, ya que las incidencias pueden ser muchas.
SELLAR LA CREDENCIAL
Aunque obtener la Compostela, la acreditación de que se ha realizado la peregrinación hasta Santiago, no era un asunto primordial para mí, es imprescindible hacerse con la credencial de peregrino e ir sellándola si se quiere dormir en albergues públicos. Siempre la van a pedir, puesto que están destinados a los peregrinos y no a turistas de paso.
Conseguí la credencial de forma gratuita en una de las oficinas de turismo de Oviedo. Después se va sellando en los albergues, bares, oficinas de turismo, ayuntamientos… También en algunas iglesias o incluso te puede poner el sello algún vendedor ambulante.
📜 En principio basta con sellar la credencial una vez al día, salvo en los últimos 100 km que tienen que ser dos. Aunque esto varía dependiendo de a quién preguntes. Mi sensación es que los responsables tampoco son demasiado tiquismiquis: la persona que me extendió la Compostela apenas miró la credencial un poco por encima.
La Compostela es gratis pero el tubito de cartón para guardarla cuesta 2 euros.
ALBERGUES
Alojarse en los albergues del Camino es todo un mundo ya que cada día era diferente. Cada uno tiene sus características, con sus puntos fuertes y sus carencias. Al ser todavía invierno había menos opciones que en temporada alta pero aún así eran suficientes y no tuve problemas para encontrar alojamiento.
Existen albergues públicos y albergues privados.
👉 ALBERGUES PÚBLICOS
En Asturias los mantienen los municipios o alguna asociación de peregrinos sin ánimo de lucro (como es el caso del albergue de Grado). Cuestan entre 7 y 10 euros más o menos. En el de Grado se pagaba un donativo voluntario y estaba incluido el desayuno.
No disponen de sábanas ni funda de almohada y si las tienen se cobran aparte (unos dos o tres euros). Tampoco mantas generalmente, por eso es importante llevar un saco de dormir.
Algunos tienen lavadora y otros no, aunque puede haber lavadero exterior. Lo mismo sucede con la secadora, la cocina o con la calefacción.
En todos, eso sí, existe la posibilidad de disfrutar de una buena ducha tras una larga jornada en el Camino.
En Galicia los albergues están algo más estandarizados. Los lleva la Xunta y cuestan todos 10 euros, incluyendo la funda de almohada y la del colchón, que son desechables.
Suelen disponer de cocina, con microondas incluso, aunque en algunos no había menaje, como platos y cubiertos. Al parecer no los ponen porque la gente acaba robando esas cosas.🤦
Puede haber calefacción encendida y mantas, o puede que no.
Que yo recuerde ninguno de los albergues públicos en los que estuve en Galicia tenia lavadora.
🔌 Importante mencionar el tema de los enchufes, hoy en día fundamentales para cargar el móvil y otros dispositivos. En general hay disponibles muy pocos, tanto en Asturias como en Galicia. Al ser temporada baja yo no tuve demasiados problemas (salvo un día, ya en el Camino Francés) pero imagino que verano debe haber carreras por conseguirlos. Es algo que se debería solucionar por parte de quien le corresponda.
En los alojamientos públicos NO se puede reservar por adelantado, excepto en casos muy especiales, así que se van llenando por orden de llegada: tienen prioridad los peregrinos que caminan, después los que van en bicicleta y por último los que tienen coche de apoyo.
💵 Además, en los albergues públicos sólo admiten el pago en efectivo. Hay que tenerlo en cuenta y ser previsor, sobre todo porque en algunos pueblos pequeños no hay cajeros automáticos.
La hora de cierre de los albergues suele ser las 22:00h, y por las mañanas hay que abandonarlo antes de las 08:00h. Con esto último había un poco de manga ancha y tampoco andaban detrás de ti, no sé si porque eramos pocos peregrinos todavía.
👉 ALBERGUES PRIVADOS
Cuestan un poco más pero tampoco mucho, entre 12 y 17 euros más o menos y, en general, son bastante mejores. Las camas son más cómodas y ofrecen sábanas de mejor calidad y mantas. También suelen estar mejor equipados: luz individual en la litera, enchufes, taquillas, lavadoras... Algunos tienen también habitaciones privadas para los más pudientes.
Como digo, cada día casi todo era diferente y no sabía qué me iba a encontrar. Por ello es esencial viajar con buen espíritu de peregrino e ir adaptándote a las circunstancias según se presenten.
Me he referido a los albergues ya que es lo más apropiado tratándose del Camino pero, por supuesto, en muchas poblaciones también se pueden encontrar hostales, pensiones y hoteles de diferentes categorías. En Lugo decidí dormir en un hotel por tratarse de una gran ciudad y tras una noche un poco desagradable en el albergue de O Cádavo.
COMER
En lo que se refiere a la comida también me fue difícil establecer una regularidad: en cada etapa llegaba al destino a una hora distinta y este podía ser un pueblo pequeño o una gran ciudad.
🍏 Además de portar siempre algunas provisiones como frutos secos y barritas de cereales, intentaba comprar por las mañanas un bocadillo o algo de fruta para comer durante el transcurso de la etapa.
Salvo en algunos tramos de la ruta, como en la etapa de Hospitales, se pasa cada poco tiempo por pueblos con servicios: supermercados, restaurantes, bares o máquinas de vending.
Muchos peregrinos se detienen a comer en alguno y luego continúan. Yo esto solo lo hice en una ocasión ya que prefería realizar la etapa de forma más continuada, sin interrupciones. Es una cuestión de gustos.
Ya en el destino final de la etapa, dependiendo de cuál sea y de la hora a la que llegues puedes ir a algún restaurante a comer, o cenar, etc, o ir a alguna tienda a comprar algo y cocinarlo en el albergue.
🥗 Yo hice un poco de todo: algunos días cenaba en bares (solo o con otros peregrinos), otros tiraba de lo que hubiera comprado a la mañana, cociné un par de veces... En alguna ocasión estaba tan cansado que me metí en la cama sin cenar prácticamente nada.
En general no existen problemas para encontrar un pequeño bar o tienda de ultramarinos donde aprovisionarse. Incluso en Borres, aldea de solo 50 habitantes, había un bar pequeño abierto por la tarde. Otra cosa es que, dependiendo de los horarios, pueda estar cerrado. Hay que prestar atención a eso, especialmente los domingos.
De nuevo, cada etapa es diferente.
AGUA
Utilicé una cantimplora de 1 litro, que llenaba por las mañanas en los albergues. El agua de todos en los que estuve era potable y, como mucho, en alguno sabía un poco a óxido por ser las tuberías viejas.
No tuve ningún problema en Asturias para encontrar fuentes. Las hay fiables en la mayoría de pueblos. En Galicia, en cambio, sí que me costaba localizarlas un poco más: o no las había o el camino no pasaba cerca de ellas. También vi varias con un cartel que indicaba “No potable”. No obstante, solo una vez me quedé sin agua y pasé algunos apuros: el día de la etapa con final en Lugo.
💧 Hay que señalar que yo he realizado el Camino en invierno, pasando más frío que calor. En verano, con temperaturas altas, habrá que tener cuidado y meter en la mochila suficiente líquido antes de afrontar la etapa.
LAVAR LA ROPA
Lavar la ropa durante el Camino fue uno de los asuntos los más complejos.
Como he comentado, en los albergues, a veces había lavadoras y a veces no. Cuando había, a menudo no merecía la pena pagar 4 euros para lavar solo un par de cosas (aunque existía la opción de compartirla con otros peregrinos). Además algunos albergues cuentan con lavaderos donde remojar la ropa a mano.
👕 Pero el principal problema era secar la ropa (no solo si la lavaba, también cuando terminaba la etapa calado hasta los huesos). Había muchísima humedad en el ambiente y no se secaba durante la noche dejándola extendida o en un tendedero.
Las secadoras, si las había, no eran una gran alternativa ya que el secado tardaba muchísimo. La mejor opción eran los radiadores pero no siempre había o no estaban encendidos. También probé a llevar por fuera de la mochila las prendas húmedas, dentro de una redecilla, pero no dio buen resultado ya que no hacía calor.
Una vez más era complicado establecer una rutina porque en cada albergue te encontrabas algo diferente. Ante esta problemática solo lavé en lavadora en cuatro ocasiones. Por tanto a veces utilicé la misma ropa durante dos o tres días seguidos. Es bastante habitual: el botafumeiro se inventó precisamente para ocultar el mal olor que desprendían los peregrinos 😄.
DINERO
Es importante llevar siempre algo de dinero en efectivo. En los albergues públicos no aceptan tarjeta y en muchos sitios (bares, tiendas…) tampoco. Esto es así incluso ya en el Camino Francés, como me sucedió en un restaurante de Arzúa.
💶 Yo no estuve demasiado atento a esta cuestión en los primeros días y me quedé sin efectivo en Borres, una pequeña aldea sin cajeros automáticos. No hubiera tenido dinero para el albergue del día siguiente en Berducedo si no fuera porque me lo prestó un compañero peregrino.
Diría que no hay que llevar nunca menos de unos 30 euros en efectivo para poder hacer frente a esos gastos y también para imprevistos.
GASTOS
Aproximadamente gasté unos 350 euros a lo largo del Camino (sin contar la estancia en Santiago y el viaje de vuelta). Esto significa que el coste de ir andando desde Oviedo hasta Compostela es de poco más de 1 euro por cada kilómetro recorrido.
💰 Yo me alojé sobre todo en albergues y siempre intentaba no gastar demasiado en comida y otros servicios. Naturalmente dependiendo de los lujos que quiera darse cada cuál, ese presupuesto puede aumentar.
No me extiendo más, que ya es bastante. 😅
✏️ Me gustaría que me contaras tu opinión sobre el artículo. ¿Vas a hacer el Camino y tienes alguna duda? ¿Ya lo has realizado y quieres comentar tu experiencia?
Gracias por leer. ¡Hasta la próxima!
Íñigo.
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buen relato, este año fui de Pamplona a Leon, el proximo quisiera ir al Primitivo