Durante años, numerosas personas recorrieron un apartado y peligroso sendero en medio de Alaska con el único propósito de visitar un viejo autobús abandonado. Algunas incluso murieron en el intento.
La Senda de la Estampida, en los límites del Parque Nacional Denali, es una larga ruta que serpentea por valles laberínticos, atravesando zonas pantanosas y ríos muy caudalosos en algunas épocas del año. Los senderistas temerarios que se aventuraban por ella caminaban decenas de kilómetros, durante dos o tres días, con el objetivo de llegar hasta un destartalado autobús del servicio de transportes de Fairbanks, abandonado en la naturaleza decadas atrás por una compañía minera. En su interior, en septiembre de 1992, una partida de cazadores de alces halló el cuerpo sin vida de un joven de 24 años llamado Christopher McCandless.
La historia de McCandless alcanzó gran popularidad gracias al libro Hacia rutas salvajes (Into the Wild) de Jon Krakauer, publicado en 1996 —al que corresponden las citas de este artículo—. Su impacto fue aún mayor cuando se estrenó la película homónima dirigida por Sean Penn en 2007.
Chris McCandless era admirador de Thoreau, de Tolstoi y de los relatos de Jack London y, al igual que sus ídolos, su propósito era exprimir el jugo de la existencia y alejarse de las comodidades y la superficialidad de una sociedad que consideraba vacía e hipócrita. Ansiaba conocer mundo, vivir aventuras y enfrentarse a dificultades.
Creció en una familia acomodada y fue un buen estudiante, pero la relación con sus padres estaba muy deteriorada y no tenía intención de seguir el camino que ellos le habían marcado. Así, en cuanto terminó sus estudios universitarios, McCandless donó todos sus ahorros a una organización benéfica, se subió a su viejo Datsun en Atlanta y comenzó un recorrido por Estados Unidos en busca de la libertad y una nueva vida. Su familia no tuvo ninguna noticia suya hasta que se encontró su cuerpo, dos años después.
“Por fin se había liberado de las ataduras, emancipado del mundo opresivo formado por sus padres y los que eran iguales que ellos, un mundo de abstracciones, seguridad y bienestar material, un mundo en el que sentía como una dolorosa amputación, la ausencia del latir puro y salvaje de la existencia”
Su deseo de ruptura con todo era tan profundo que incluso adoptó un nuevo nombre: Alexander Supertramp. Tras perder su coche en una riada, continuó viajando a pie, haciendo autoestop o colándose como polizón en trenes de mercancías, al estilo de Jack London. Intentó alcanzar la desembocadura del río Colorado navegando en canoa, vagabundeó por las calles y convivió con otros trotamundos, sin un rumbo fijo, viviendo de forma espartana. Ocasionalmente buscaba trabajos con los que ir tirando, pero no permanecía mucho tiempo en un sitio concreto.
Mientras tanto, en su mente se forjaba una obsesión, la de su aventura definitiva: viajar a Alaska y subsistir durante meses de la caza y de lo que la tierra le ofreciera. Su meta era adentrarse en la naturaleza salvaje y sobrevivir con sus propios medios.
“Desde hace mucho tiempo, Alaska ejerce una atracción magnética sobre los soñadores e inadaptados que creen que los enormes espacios inmaculados de la Última Frontera llenarán el vacío de su existencia”.
McCandless logró llegar a Alaska en abril de 1992 y se internó en la Senda de la Estampida. Tras cruzar ríos y pantanos durante días, se encontró por casualidad con el autobús abandonado y decidió convertir ese lugar en su campamento. Lo bautizó como Magic Bus. Había comenzado su gran desafío.
Carecía de preparación y de conocimientos para la supervivencia en la naturaleza: los libros ocupaban más espacio en su mochila que la comida o las herramientas esenciales. A pesar de todas las difcultades, sobrevivió durante casi cuatro meses. En su diario anotaba sus experiencias y pensamientos. Se sentía feliz.
Sin embargo, la falta de alimento y una serie de errores e infortunios le condujeron a su terrible final. Enfermó y llegó a un punto en el que se encontraba demasiado débil como para siquiera intentar marcharse de allí. Murió a finales de agosto. La causa exacta de su muerte aún es objeto de debate.
En el libro Hacia rutas salvajes, Jon Krakauer reconstruye los pasos de McCandless mediante los diarios y cartas que escribió el joven aventurero. También entrevista a familiares y a personas que lo conocieron durante su viaje. Estos encuentros fueron, casi siempre, breves pero Chris consiguió dejarles una huella imborrable.
McCandless es considerado por muchos como un héroe y por otros tantos como un irresponsable. Krakauer, alpinista y aventurero experimentado, no oculta su empatía hacia Chris y traza paralelismos con sus propias experiencias en la naturaleza, así como con las de otros soñadores que, de manera similar, encontraron la muerte en lugares remotos.
Para el autor, McCandless no era un inepto ni un loco, sino un chico que, por convicción y orgullo, llevó sus ideales al extremo. Chris solo buscaba explorar el territorio de su alma y hallar un sentido a su existencia fuera de los caminos convencionales.
“Su vida rezumaba sentido y propósito. McCandless desconfiaba del valor de las cosas que se obtenían con facilidad. Se exigía mucho, más de lo que al final pudo dar de si”
La popularidad del libro y la película convirtió al Magic Bus en una atracción turística y no fueron pocos los que intentaron llegar hasta él. En 2020, ante los problemas que estaba generando —hubo que realizar varios rescates e incluso se produjeron accidentes mortales—, las autoridades de Alaska retiraron el vehículo de su ubicación original.
¿Por qué la historia de Chris McCandless fascina a tantos, hasta el punto de que algunos arriesguen la vida siguiendo sus pasos? Tal vez sea porque representa la búsqueda de libertad y de autenticidad frente a una vida rutinaria y anodina, en una sociedad cada vez más alienada. O porque simboliza una rebelión contra un sistema que destruye el medio ambiente y condena al sufrimiento a millones de personas.
Su viaje nos hace reflexionar sobre el significado de la libertad y la necesidad de encontrar un equilibrio entre esa libertad y las conexiones humanas. Su trágico final es también una advertencia sobre el peligro que supone la radicalización de las ideas.
En todo caso, su coraje y vitalidad nos impulsan a intentar vivir siguiendo nuestra propia esencia, según nuestros valores. Y nos invitan, también, a saborear cada momento de la vida.
“Es en las experiencias y recuerdos, en el inconmensurable gozo de vivir, en el sentido más pleno de la palabra, donde puede descubrirse el significado auténtico de la existencia. ¡Dios, qué fantástico es estar vivo! Gracias, gracias…”
CHRIS McCANDLESS
📗 Un libro en la mochila
Hacia rutas salvajes es un libro que engancha. Krakauer no solo investiga de forma exhaustiva la vida de McCandless; también cuenta la historia con una intensidad que, aunque conozcas su desenlace, te atrapa y te obliga a profundizar más en la figura del joven aventurero. Para mí, la película de Sean Penn es una buena adaptación, pero el libro ahonda en el impacto que Chris dejó en quienes le conocieron.
Coincidan tus ideas y valores con los suyos o difieran completamente, el libro no deja indiferente: es una invitación a reflexionar sobre cómo entendemos y vivimos nuestra propia existencia. No es difícil de encontrar en librerías y también lo puedes conseguir en Amazon.
👉 Jon Krakauer no es un escritor muy prolífico, pero entre sus obras se encuentra otro libro también muy recomendable: Mal de altura. Narra los acontecimientos de la trágica ascensión al Everest en mayo de 1996, en la que murieron ocho personas y de la que el propio autor fue testigo directo. Con su prosa, Krakauer consigue sumergirte en la montaña de manera que casi hasta puedes sentir el frío y la ventisca. Sobre esta tragedia también existe una película: Everest (2015).
🔗 Enlaces
Es mucha la información sobre la historia de Chris McCandless que hay disponible en internet, pero seguramente esta web es la más completa: Alexander Supertramp.
El autobús en el que se refugió y murió McCandless se encuentra actualmente en la Universidad de Alaska, en Fairbanks, y se puede visitar. Además, existe un interesante proyecto para trasladarlo a una ubicación más adecuada en el exterior: Friends of Bus 142.
💭 Una cita
"La felicidad solo es real cuando es compartida".
CHRIS McCANDLESS
Gracias por leer. ¡Hasta la próxima! 👋
Íñigo.
Recomendaciones de material para senderismo, consejos y rutas:
Gracias, Íñigo. Siempre me ha fascinado esta historia, y no me sorprende que se haya hecho tan popular. Creo que nos atrae porque todos llevamos dentro una parte que querría hacer lo mismo, pero aprendemos a contenerla y domesticarla antes de que tome el control. Es fácil romantizar una experiencia así, sobre todo cuando nos la cuentan como en la película.
Hola, Íñigo. Me ha gustado mucho tu carta. Tus reflexiones sobre por qué crees que la figura y la historia de McCandless se han hecho tan populares me parecen muy acertadas, y me has dejado pensando sobre esto: colectivamente, andamos necesitando referentes de otras formas de vivir distintas. Más conectadas a lo realmente esencial de la vida, diría yo.
Intuimos que por donde estamos yendo no es, pero no sabemos por dónde sí. Y, ante ese vacío, miramos a los lados en busca de alguien que parezca que sí sabe el camino. Es un gesto tan humano...
Gracias por compartir tu reseña y análisis, me han dado mucho en qué pensar. Además de ganas de leer el libro, que no lo he leído. 😊